ANSEDH asiste al webinar «Inteligencia Artificial: ¿Aliada o enemiga en el manejo del dolor?. Un debate bioético»

El 20 de febrero, la Sociedad Española del Dolor (SED) organizó el webinar «Inteligencia Artificial: ¿Aliada o enemiga en el manejo del dolor? Un debate bioético«, al que asistieron representantes de ANSEDH.

El primer ponente, Eduardo Tornos de Inza, marketing manager en el sector salud y formador en tecnologías emergentes y habilidades digitales en Aula Virtual Sanitaria, abordó el tema «¿De qué estamos hablando realmente cuando hablamos de Inteligencia Artificial?». Explicó qué es la inteligencia artificial (IA) desde un punto de vista informático y cómo se aplica al entorno sanitario. Detalló que existen dos modelos principales de IA: Machine Learning y Deep Learning. Dentro del Machine Learning se incluyen el procesamiento del lenguaje natural y la robótica, con modelos como Da Vinci, que ya se utilizan en hospitales españoles. Por otro lado, el Deep Learning se centra en la generación de conocimiento, el análisis y la mejora de la toma de decisiones, incluyendo la IA generativa. Un ejemplo de esto son los escribas electrónicos, aplicaciones que extraen información clínica a partir de la conversación médico-paciente.

A continuación, Patricia Llaque, investigadora y consultora en neurociencias, IA y ética, presentó «La resignificación de la Dignidad Humana y la Bioética en la era de la Inteligencia Artificial». Destacó la importancia de proteger la dignidad de la persona, dividiéndola en dos aspectos clave: la protección de los datos personales y la privacidad, incluyendo el derecho al anonimato. También abordó los desafíos de la integración entre humanos y máquinas. A pesar de los problemas éticos que pueden surgir, subrayó que existen leyes y recomendaciones a nivel europeo para regular el uso de la IA. Además, insistió en que las herramientas de IA deben utilizarse como orientación y apoyo, pero nunca como sustituto del diagnóstico o tratamiento médico.

Seguidamente, Eva Añón, social media manager de la SED y formadora en comunicación, presentó «Inteligencia Artificial Generativa: Aplicaciones y casos prácticos en el ámbito del dolor». Explicó distintos modelos de IA, desde ChatGPT hasta Perplexity, y realizó una simulación sobre cómo generar una presentación utilizando diferentes herramientas de inteligencia artificial. Mostró cómo estas pueden proporcionar información, leer documentos en PDF, resumir textos y crear presentaciones a partir de los datos obtenidos. No obstante, enfatizó que, a pesar de las facilidades que ofrece la IA, los usuarios deben revisar siempre la información generada. Al igual que la ponente anterior, recalcó que los modelos de IA, tanto en la consulta médica como en la divulgación científica, deben ser solo orientativos y no sustitutivos.

El último ponente, José Miguel Cacho, asesor en salud digital, abordó «Límites, desafíos y legalidad de la IA». Entre los principales desafíos mencionados destacó la necesidad de contar con grandes volúmenes de datos de calidad, la fragmentación de la información en el ámbito sanitario y la inequidad y sesgos en los datos disponibles. También señaló los problemas en la interpretación de los modelos de IA, ya que intentan imitar el pensamiento humano pero pueden generar errores. Entre los retos futuros mencionó la colaboración entre sectores, el desarrollo de infraestructuras y estándares adecuados, y la necesidad de garantizar la privacidad y confidencialidad de los datos. En cuanto a la legalidad, explicó que existen regulaciones sobre datos de salud que deben aplicarse a los modelos de IA, además de normativas europeas específicas sobre dispositivos médicos e inteligencia artificial. Para finalizar, subrayó la importancia de alcanzar un consenso ético sobre el uso clínico de la IA.

Como pacientes con dolor crónico, podemos extraer varias conclusiones del webinar sobre IA y su papel en el diagnóstico de patologías relacionadas con el dolor. La IA ya se está aplicando en el ámbito sanitario, con herramientas que procesan el lenguaje natural, analizan datos clínicos y apoyan la toma de decisiones médicas. Sin embargo, su uso aún presenta desafíos importantes, como la privacidad de los datos, la equidad en el acceso y la fiabilidad de los modelos, que pueden contener sesgos o errores en la interpretación.

Por ello, se insistió en que la IA no debe sustituir el diagnóstico médico, sino servir como una herramienta de apoyo. Si bien puede agilizar procesos y facilitar información, su uso debe estar siempre supervisado por profesionales sanitarios. Además, la regulación y los principios bioéticos juegan un papel fundamental para garantizar que estas tecnologías respeten la dignidad del paciente y no comprometan su seguridad ni sus derechos.

En definitiva, la IA tiene el potencial de mejorar la precisión y rapidez en el diagnóstico de patologías asociadas al dolor, pero su implementación debe ser responsable, transparente y siempre enfocada en el bienestar del paciente.

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