Testimonio Nuria Campos

Montaña Rusa 

 

Testimonio Nuria Campos

 

En ocasiones no sabemos transformar los sentimientos en palabras, expresar nuestra vida es algo raro, que te hace sentir distinta.

Hace tiempo leí un artículo de una chica que tenia fibromialgia y me sentí muy reflejada cuando indicó que vivía subida en una montaña rusa. Y es verdad, nunca sabes cuando va estar la pendiente que te sube a la cima ¡eufórica! o una curva looping que te hace sentir inestable o lo peor esa bajada que te pone nerviosa porque no ves el final y parece que te vas a estampar contra el suelo. Así es nuestra vida, una montaña rusa que cambia cada día su recorrido.

Puede que las palabras pena o lástima no sean las más adecuadas para describir tus sentimientos hacia mí, cuando me duele todo mi cuerpo y te lo cuento o lo notas en mi cara. Siento una impotencia tan grande que no sé cómo describirla, me arrastra a un estado de melancolía en el cual me imagino haciendo tantas cosas, que en estos momentos no puedo realizar (aunque a los demás no se lo quiera demostrar) y la rabia me llena de ira. He aprendido que no todos somos felices subiendo una montaña hay mil formas de hacer actividades, solo hay que encontrar la que podamos realizar. Es muy difícil llevar una vida normalizada, hace más de 2 años que no voy al cine, no hago planes un lunes para ir a cenar con amigos un viernes, incluso haciéndolos el mismo día cuando llega el momento tengo que decir que no. Y bailar, lo que me gusta bailar pero sé que cuando lo hago al día siguiente me espera el sofá.

Después de vivir así durante muchos años te das cuenta que unos días podrás hacer una actividad y otros otra. Lo difícil es controlar nuestra mente, trabajarla para que piense siempre en positivo, esto lleva mucho tiempo, muchas ganas y empeño en normalizar tú vida. Al igual que nosotros necesitamos que alguien que vive nuestra misma situación nos entienda, nuestras parejas, familias, amigos necesitan un proceso y tienen días de más empatía y otros donde piensan que estamos ¡¡tarás!! todo es un proceso. Tanto los enfermos como las personas que nos quieren tenemos que ver la magia en millones de situaciones cotidianas, hay que valorar lo sencillo, un café, una caricia, una mirada, una peli en el sofá, un paseo, un buenos días Amor…..cada día es diferente y nuestro cuerpo también lo es. Eso lo saben bien las personas que nos acompañan en el camino y nosotros mismos.

El ir de médico en médico intentando solucionar o investigar esto, sin conseguir tener una pequeña esperanza hace que cada uno de los momentos de dolor sea aún más duro. El ser un conejillo de indias que te vuelvan a dejar peor de lo que estás o peor aún, que te digan no tienes solución, aprende a vivir con ello. ¡Claro que se aprende! Pero cuesta mucho. También no se nos olvide que tenemos que permitirnos tener bajones, es algo muy difícil, lo vivo cada día, de vez en cuando hay que dejarse, llorar, gritar, irritarse, enfadarse, aislarse….pero no puede ser un constante ni algo cotidiano, de esa forma nos podrá. Hay que trabajar la mente, es la que tiene fuerza para poder triunfar ante el dolor. Tenemos dolor crónico y eso es difícil para nosotros y para todos los que nos quieren. Viven el dolor de otra forma, también tienen y lo sienten, en nuestra mano está que todos sepamos llevarlo.

Hoy realizaré mi vida de tal forma que esto no sea un obstáculo, ni un impedimento, le buscaré la manera para adaptarme y realizar cualquier actividad que antes sin pensármelo podía hacer, o experimentaré otras distintas que antes no hacía.

Todas las noches me hago una pregunta… todavía está sin resolver. ¿Hasta cuándo aguantaré? Muchos días veo la respuesta más cercana en el tiempo y no sé cómo alargar el momento. Esto es lo que siento, no es pena, ni lástima, ni me compadezco de mí misma, es miedo a dar respuesta a la maldita pregunta.

Leyéndome parece que vivo en un mundo Happy y de verdad que no es así. Me cuesta más de media hora levantarme de la cama, voy moviendo una a una mis articulaciones, me duelen hasta las pestañas. Llevo más de 5 años dedicando gran parte de mi tiempo a trabajar la mente y es muy poderosa de verdad. Nuestra mejor terapia es tener una mente positiva. ¡¡Trabájala!! Es el mejor consejo que te puedo dar. Disfruta de cada instante, de cada segundo de tu vida. En realidad todos deberíamos hacerlo, ya que enfermos o no, nadie sabe qué le va a suceder un segundo después.

Testimonio Nuria Campos

Por favor síguenos y comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.